El ministerio de Música en la Iglesia

El Ministerio de Música es un servicio vocacional que conforman algunos fieles que están
consagrados al servicio de Dios y al de la Iglesia Católica. Es una gracia que busca alabar y adorar, a
través de la música, al Padre Creador.
En este ministerio se busca alabar a Dios a través del arte musical, también acompañar a la
comunidad de fieles para que puedan disfrutar de la eucaristía. “La finalidad de la música en la
liturgia es ante todo el glorificar a Dios y ayudar a la santificación de los hombres… El sonido del
órgano es signo expresivo de aquel cántico nuevo que debemos elevar a Dios…» (Bendicional
1057).
Este servicio ministerial es muy importante dentro de la eucaristía, por sus características
especiales sus miembros deben tener la capacidad musical para elegir los cantos apropiados según la liturgia, ensayarlos, coordinar a los diversos participantes musicales, animar a la comunidad y principalmente, alabar al Señor.
Quienes participan del Ministerio de Música deben consagrar su talento a Dios para que sean
instrumentos de evangelización de la Buena Nueva, su labor es principalmente espiritual. Son los
encargados de animar, representar sonoramente los ritos y liturgias que forman parte del Rito
Romano de la Iglesia, y de acompañar al sacerdote en la eucaristía.
«Debe conocer y penetrarse
íntimamente del espíritu de la liturgia… para que al ejercer su oficio… enriquezca la celebración
según la verdadera naturaleza de cada uno de sus elementos y favorezca la participación de los
fieles» – (MS 67).
“El ministerio no es un elemento extraño a la asamblea, sino que hace parte del pueblo de Dios
que vive la celebración. Su tarea es acompañar a la comunidad en la alabanza a Dios a través del
canto” – Mio canto é il Signore.
«De lo que habla tu boca está lleno tu corazón«- Lucas 6.
El servir es siempre el principal objetivo que posee este Ministerio, este servicio va principalmente
dirigido a Dios Padre, pero también a la comunidad católica que se encuentra presente en el
templo o en el lugar en donde se está presentando el coro.
“Pues aquel que canta alabanzas, no solo alaba, sino que también alaba con alegría; aquel que canta alabanzas, no solo canta, sino que también ama a quien le canta. En la alabanza hay una proclamación de reconocimiento, en la canción del amante hay amor” – San Agustín.










































