5 pasos para confesarse correctamente

Hola, es un placer tenerte por este espacio digital. A continuación te presento unos cuantos consejos sobre cómo confesarse bien. Respondo las dudas y comentarios al final del artículo con mucho cariño.

El reto de una buena confesión

Una buena confesión muchas veces es un reto, sobre todo si la persona tiene mucho tiempo que no acude al sacramento de la reconciliación. Para muchos es un momento de nerviosismo... ¿Cómo no estar nervioso si se le abre el corazón a una persona ajena y estamos dispuestos a contarle cosas que a lo mejor no conoce nadie y que muchas veces nos avergüenza?

Muchas personas, en vista de esta dificultad terminan huyendo del sacramento, en muchos lugares es el que menos se ejercita, el que menos se pone en práctica.

Lo cierto es que el sacramento de la reconciliación es muy importante para la vida cristiana porque en él Cristo nos perdona los pecados por medio del poder que ha dado a los apóstoles cuando dijo:

«Reciban el Espíritu Santo. A quienes perdonen los pecados, les quedarán perdonados y a quienes se los retengan, les quedarán retenidos»

(Jn. 20, 22-23).

Pasos para una buena confesión

A continuación te presento los pasos para una buena confesión.

El exámen de Conciencia, clave para confesarse correctamente

El primer paso para una buena confesión es el examen de conciencia,  examen de conciencia no es otra cosa que analizar, pensar, cómo ha sido nuestra conducta contrastada con los 10 mandamientos.

Debemos ver en nuestro interior a ver cómo ha sido nuestra vida. Es decir en qué hemos fallado, cuales mandamientos hemos roto. Es conveniente para no olvidar nuestros pecados (a muchos penitentes les suele suceder por los nervios) anotarlos en un papel que luego debe ser entregado al sacerdote o en su defecto debe ser incinerado para evitar que un tercero pueda llegar a leerlos.

No ser demasiado quisquilloso, pero tampoco demasiado ligero en la revisión personal siempre es conveniente.

Sentir dolor de los pecados cometidos

Esto es fundamental, porque no puede haber perdón de los pecados sin que haya arrepentimiento, es decir, se puede realizar todo el rito correctamente, el sacerdote puede realizar la oración de absolución (la oración que perdona los pecados) pero si la persona no está arrepentida de nada sirve, porque el sacramento no tendrá eficacia, es decir, no logrará perdonar los pecados.

Si no estás arrepentido de lo que haz realizado, es mejor que no te acerques al sacramento.

Sentir el dolor en el corazón por haber ofendido a Dios es una condición fundamental para confesarse bien.

Proponerse enmendar la falta

Otro paso importante a la hora de realizar el sacramento de la confesión es la intención de enmendar la falta cometida.

Este propósito de enmienda puede ir en una doble dirección, la primera, intentar de retribuir el daño que se pudo haber hecho al otro, como devolver lo robado (si es posible) por ejemplo. Pero también es indispensable manifestar y tener el deseo de no volver a realizar el pecado que se está realizando.

Una consideración en torno a la enmienda

Hay que tomar en consideración que, muchas veces, la persona no está en plena condición espiritual para no volver a cometer el pecado que está confesando, sobre todo si el pecado se ha vuelto un habito en nosotros. Por esto basta al menos que la persona tenga el deseo de no volverlo a cometer, y que se comprometa a hacer un esfuerzo para no caer.

Sin embargo hay que ser misericordioso con los procesos personales de acercamiento a Dios.

Decir todos los pecados al Confesor

Todos los pasos anteriores eran con respecto al momento previo del rito del sacramento de la confesión. Este paso es ya en el ejercicio del rito. Decir todos los pecados al confesor, es decir al sacerdote que nos está confesando es importantísimo porque él podrá tener una buena visión del estado de nuestra alma y podrá dar el mejor consejo posible para cada caso particular.

A mi me gusta recordarle a las personas varias cosas:

1. Los sacerdotes también necesitan confesarse, muchas veces también sentimos vergüenza, por tanto te entendemos perfectamente.
2. Los sacerdotes estamos habituados a escuchar pecados, por eso no, muy probablemente, no será la primera vez que ya alguien le haya confesado determinado pecado al sacerdote.
3. El sigilo sacramental obliga a no revelar los pecados confesados en el sacramento de la Confesión aún en peligro de muerte bajo pena de excomunión.

Cumplir la penitencia

Es el último, pero no menos importante, se suele colocar una penitencia al final de la confesión como un acto de retribución de los pecados, hay muchos tipos de penitencia y suelen ser proporcionales al pecado confesado.

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Infografía de los Pasos para una Buena Confesión para Niños

A lo mejor te pueda interesar el siguiente artículo: ¿Cómo perdonar?

Dios te bendiga.

Padre José Toro

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