Lecturas y Evangelio de hoy Lunes 12 de Septiembre del 2023 – Ciclo C

Tips Litúrgicos de día
Verde // Lunes de la XXIV semana del tiempo ordinario; feria // Misa de la feria, prefacio común // 1ª Lectura: 1Cor 11,17-26.33; Salmo: Sal 39; Evangelio: Lc 7,1-10.
Blanco // Santísimo Nombre de María; memoria libre // Misa de la memoria, prefacio de Santa María Virgen.
LITURGIA DE LAS HORAS: de la feria o de la memoria.
PRIMERA LECTURA
Si os dividís en bandos, os resulta imposible comer la cena del Señor
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 11, 17-26. 33
Hermanos:
Al recomendaros esto, no puedo aprobar que vuestras reuniones causen más daño que provecho.
En primer lugar, he oído que cuando se reúne vuestra Iglesia os dividís en bandos; y en parte lo creo, porque hasta partidos tiene que haber entre vosotros, para que se vea quiénes resisten a la prueba.
Así, cuando os reunís en comunidad, os resulta imposible comer la cena del Señor, pues cada uno se adelanta a comerse su propia cena y, mientras uno pasa hambre, el otro está borracho.
¿No tenéis casas donde comer y beber? ¿O tenéis en tan poco a la Iglesia de Dios que humilláis a los pobres?
¿Qué queréis que os diga? ¿Que os apruebe?
En esto no os apruebo.
Porque yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a mi vez os he transmitido:
Que el Señor Jesús, en la noche en que iban a entregarlo, tomó pan y, pronunciando la acción de gracias, lo partió y dijo:
«Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía».
Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo:
«Este cáliz es la nueva alianza sellada con mi sangre; haced esto cada vez que lo bebáis, en memoria mía».
Por eso, cada vez que coméis de este pan y bebéis del cáliz, proclamáis la muerte del Señor, hasta que vuelva.
Así que, hermanos míos, cuando os reunís para comer, esperaos unos a otros.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial: Salmo 39, 7-8a. 8b-9. 10. 17 (R.: 1Co 11, 26b)
R. Proclamad la muerte del Señor, hasta que vuelva.
Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,
y, en cambio, me abriste el oído;
no pides sacrificio expiatorio,
entonces yo digo: «Aquí estoy». R.
«—Como está escrito en mi libro—
para hacer tu voluntad».
Dios mío, lo quiero,
y llevo tu ley en las entrañas. R.
He proclamado tu salvación
ante la gran asamblea;
no he cerrado los labios:
Señor, tú lo sabes. R.
Alégrense y gocen contigo
todos los que te buscan;
digan siempre: «Grande es el Señor».
los que desean tu salvación. R.
Aleluya Jn 3, 16
Tanto amó Dios al mundo
que entregó a su Hijo único.
Todo el que cree en él
tiene vida eterna.
EVANGELIO
Ni en Israel he encontrado tanta fe
Lectura del santo evangelio según san Lucas 7, 1-10
En aquel tiempo, cuando terminó Jesús de hablar a la gente, entró en Cafarnaún.
Un centurión tenía enfermo, a punto de morir, a un criado a quien estimaba mucho. Al oír hablar de Jesús, le envió unos ancianos de los judíos, para rogarle que fuera a curar a su criado. Ellos, presentándose a Jesús, le rogaban encarecidamente:
—«Merece que se lo concedas, porque tiene afecto a nuestro pueblo y nos ha construido la sinagoga».
Jesús se fue con ellos. No estaba lejos de la casa, cuando el centurión le envió unos amigos a decirle:
—«Señor, no te molestes; no soy yo quién para que entres bajo mi techo; por eso tampoco me creí digno de venir personalmente. Dilo de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes, y le digo a uno: «Ve», y va; al otro: «Ven», y viene; y a mi criado: «Haz esto», y lo hace».
Al oír esto, Jesús se admiró de él y, volviéndose a la gente que lo seguía, dijo:
—«Os digo que ni en Israel he encontrado tanta fe».
Y al volver a casa, los enviados encontraron al siervo sano.
Palabra del Señor.