Moniciones y Lecturas para todos los Domingos del Ciclo C - 2022

Moniciones para el 06 de Febrero 2022 - V DOMINGO ORDINARIO - Cilo C

Tips Litúrgicos del Día

Contenido de este artículo

Verde // V DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO; // Misa del domingo, Gloria, Credo, prefacio dominical. // Se prohíben las Misas de difuntos, excepto la exequial. //
1ª Lectura: Is 6,1-2a.3-8; Salmo: Sal 137; 2ª Lectura: 1 Cor 15,1-11, o bien más
breve 1Cor 15, 3-8 Evangelio: Lc 5,1-11

LITURGIA DE LAS HORAS: del domingo.
*En este año se omite la memoria de los Santos Pablo Miki y compañeros, mártires.
Tomado del Calendario Litúrgico Pastoral de la Conferencia Episcopal Venezolana

Nota: La Misa propia de este aniversario no puede celebrarse hoy por coincidir con V Domingo del tiempo ordinario (CE 1167). Con todo, por el gran significado teológico que tiene el ministerio episcopal en relación con la Iglesia particular, es muy conveniente subrayar esta celebración aunque sea dicho día, haciendo alguna petición al respecto en la oración Universal.

Monición de Entrada

Hermanos y amigos. Reciban todos ustedes gracia, paz y alegría de parte del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.  

Estamos en el Domingo Quinto del Tiempo Ordinario. La Liturgia de la Palabra de hoy tiene un fuerte sentido vocacional, y nos pone por delante a tres grandes vocaciones: la del profeta Isaías, la del apóstol Pablo y la del apóstol Pedro. La vocación cristiana no es un tesoro para guardarlo y gozarlo, sino un mandato que cumplir, un envío, una misión. Es el mismo Dios quien nos llama a una aventura: la de dejarlo todo para seguirlo. Que esta Eucaristía nos ayude a ir dejando las amarras para ser libres de verdad. 

Seguros de la presencia del Resucitado aquí y ahora en medio de nosotros, pongámonos de pie y empecemos a seguirlo.

Moniciones y Lecturas de hoy Domingo 06 de Febrero del 2022

MONICIÓN PRIMERA LECTURA (Isaías 6,1-2.3-8)

En la Primera Lectura aquel joven israelita, Isaías, contempla arrebatado la visión de la gloria de Dios. Y  aunque se sienta poca cosa, al oír la poderosa voz del Señor preguntando “¿A quién enviaré que hable por mí?”, responde: “Aquí estoy. Mándame”. Escuchemos...

Primera Lectura Isaías 6,1-2ª.3-8

Lectura del Profeta Isaías

El año de la muerte del rey Ozías, vi al Señor sentado sobre un trono alto y excelso: la franja de su manto llenaba el templo.

Y vi  serafines en pie junto a él.

Y se gritaban uno a otro diciendo:

-¡Santo, santo, santo, el Señor de los Ejércitos, la tierra está llena de su gloria!

Y temblaban los marcos de las puertas al clamor de su voz, y el templo estaba lleno de humo.

Yo dije:

-¡Ay de mí, estoy perdido!

Yo, hombre de labios impuros, que habito en medio de un pueblo de labios impuros, he visto con mis ojos al Rey y Señor de los Ejércitos.

Y voló hacia mí uno de los serafines, con una brasa en la mano, que había cogido del altar con unas tenazas; la aplicó a mi boca y me dijo:

-Mira: esto ha tocado tus labios, ha desaparecido tu culpa, está perdonado tu pecado.

Entonces escuché la voz del Señor, que decía:

-¿A quién mandaré? ¿Quién irá por mí?

Contesté:

-Aquí estoy, mándame.

Palabra de Dios

Salmo Responsorial 137

Delante de los ángeles tocaré para ti, Señor.

Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
delante de los ángeles tocaré para ti,
me postraré hacia tu santuario.

Daré gracias a tu nombre
por tu misericordia y tu lealtad.
Cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma.

Que te den gracias, Señor, los reyes de la tierra,
al escuchar el oráculo de tu boca;
canten los caminos del Señor,
porque la gloria del Señor es grande.
Extiendes tu brazo y tu derecha me salva.
El Señor completará sus favores conmigo:
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos.

MONICIÓN SEGUNDA LECTURA (1 Corintios 15,1-11)

En esta Segunda Lectura Pablo recuerda, agradecido, cómo Cristo resucitado se le apareció y le envió al mundo de los paganos para ser testigo de la resurrección. Escuchemos con atención...

Segunda Lectura; 1ª Corintios 15,1-11

Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 

Hermanos:

Les recuerdo el Evangelio que les proclamé y que ustedes aceptaron, y en el que están fundados, y que los está salvando, si es que conservan el Evangelio que les proclamé; de lo contrario, se ha malogrado nuestra adhesión a la fe. 

Porque lo primero que yo les transmití, tal como lo había recibido, fue esto: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; que se le apareció a Cefas y más tarde a los Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos juntos, la mayoría de los cuales viven todavía, otros han muerto; después se le apareció a Santiago, después a todos los Apóstoles; por último, como a un aborto, se me apareció también a mí. 

Porque soy el menor de los Apóstoles, y no soy digno de llamarme apóstol, porque he perseguido a la Iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy y su gracia no se ha frustrado en mí. Antes bien, he trabajado más que todos ellos. Aunque no he sido yo, sino la gracia de Dios conmigo.

Pues bien; tanto ellos como yo esto es lo que predicamos; esto es lo que habéis creído.

Palabra de Dios

MONICIÓN EVANGELIO (Lucas 5,1-11)

Pedro, estremecido por el poder de Jesús sobre el mar y la pesca milagrosa, se hinca temeroso, pero Jesús lo alienta y confirma su llamado: “No tengas miedo. Desde hoy serás pescador de hombres”.  Abramos el oído, la mente y el corazón, y pongámonos de pie para la proclamación del Evangelio.

Evangelio San Lucas 5,1-11

+ Proclamación del santo Evangelio según San Lucas.

En aquel tiempo, la gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír la Palabra de Dios, estando él a orillas del lago de Genesaret; y vio dos barcas que estaban junto a la orilla: los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes.

Subió a una de las barcas, la de Simón, y le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente.

Cuando acabó de hablar, dijo a Simón:

-Rema mar adentro y echen las redes para pescar.

Simón contestó:

-Maestro nos hemos pasado la noche bregando y no hemos pescado nada; pero, por tu palabra, echaré las redes.

Y, puestos a la obra, hicieron una redada de peces tan grande, que reventaba la red. Hicieron señas a los socios de la otra barca, para que vinieran a ayudarlos. Se acercaron ellos y llenaron las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús, diciendo:

-Apártate de mí, Señor, que soy un pecador.

Y es que el asombro se había apoderado de él y de los que estaban con él, al ver la redada de peces que habían atrapado; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zedebeo, que eran compañeros de Simón.

Jesús dijo a Simón:

-No temas: desde ahora, serás pescador de hombres. 

Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.

Palabra del Señor

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    5 Comentarios

  1. MEREDITH GRANADOS MARTINEZ dice:

    Infinitas gracias 🙏🏼

  2. AnaParedes dice:

    Gracias, las moniciones me ayudan para la preparación de la Eucaristía,, son una guía para mi

  3. Luisa dice:

    Gracias por esta entrega que me es muy útil para reflexionar la palabra del Señor y escoger canciones adecuadas a la palabra Él Señor 🙏 bendiga su servicio.

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