Inmaculado Corazón de María

La devoción al Inmaculado Corazón de María ha formado parte de la Iglesia desde el Siglo I, y se refiere a la vida de la madre de Jesús, María, a sus momentos antes, durante y luego del parto y su amor y fidelidad a Dios. En el Evangelio de Lucas 2,51 se menciona a María como una mujer que guardaba en su corazón las enseñanzas de la vida, las alegrías y tristezas, así como el gran amor y fidelidad hacia su hijo y hacia su Padre.
Devoción al Corazón Inmaculado
La institucionalización de esta devoción comenzó en el siglo XVII con los movimientos espirituales de San Eudes, sin embargo, no fue hasta 1942 cuando el papa Pío XII consagró al mundo al Inmaculado Corazón de María, y en el 44 cuando instituyó la fiesta para celebrar cada 22 de agosto, hoy en día se festeja el segundo domingo luego de Pentecostés.
Esta devoción fue instituida a consecuencia de las apariciones de la Virgen en Fátima, Portugal, especialmente por la petición hecha por la Madre universal en la tercera aparición a Lucía, en donde dijo: «Nuestro Señor quiere que se establezca en el mundo la devoción al Corazón Inmaculado. Si se hace lo que te digo se salvarán muchas almas y habrá paz; terminará la guerra…. Quiero que se consagre el mundo a mi Corazón Inmaculado y que en reparación se comulgue el primer sábado de cada mes…. Si se cumplen mis peticiones, Rusia se convertirá y habrá paz…. Al final triunfará mi Corazón Inmaculado y la humanidad disfrutará de una era de paz.»
En su momento, Jacinta contó que Lucía le pidió que les dijera «a todos que pidan esta gracia por medio de ella y que el Corazón de Jesús desea ser venerado juntamente con el Corazón de su Madre. Insísteles en que pidan la paz por medio del Inmaculado Corazón de María, pues el Señor ha puesto en sus manos la paz del mundo.»
Devoción desde el primer momento
A pesar de que su institucionalización fue en el siglo XX, se conoce por medio de los antiguos escritos que en el siglo I se usaba la Theotokos (la veneración a la Maternidad divina) como método en contra de las primeras herejías, en el S. III se nombra al Corazón de María como guía para encontrar al Hijo, mención hecha por san Gregorio Taumaturgo. En el S. XIII el Rosario a María, en el XVII san Juan Eudes escribió las primeras obras sobre el Corazón de María y fundó la Orden de Nuestra Señora de la Caridad del Refugio y así como estos muchas otras ocasiones en donde se recurre a María como madre amorosa y de ejemplo para la Iglesia y para los hijos de Dios.