Santa María de Coromoto es una advocación de la Virgen María que apareció Guanare el 8 de septiembre de 1652, a un indio de la tribu de los cospes llamado Coromoto. Fue declarada madre de Venezuela en 1942 por el Episcopado Venezolano y en 1944 nombrada Patrona del país por el papa Pío XII.
El 11 de septiembre de 1952 se realizó su coronación canónica es por ello que cada 11 del noveno mes del año los católicos venezolanos celebren a la Virgen de Coromoto.
Relato de la aparición de la Virgen al cacique Coromoto
Una vez fundada en 1591 la ciudad de Guanare, capital del Estado Portuguesa, los colonizadores españoles tenían la intención de evangelizar a los Cospes, los indígenas que habitaban en los alrededores de la zona, pero éstos no estaban dispuestos a vivir bajo los preceptos de la iglesia católica.
Un día, a mediados del año 1652, el indio Coromoto, Cacique de los indios Cospes, y su mujer caminaban por la selva, al llegar a una quebrada se sorprendieron ante la presencia de una señora muy hermosa que caminaba sobre las aguas, quien les sonreía con un rostro sereno y amoroso, entonces ella les habló en su propia lengua y les pidió que se bautizaran tanto ellos como su tribu.
De modo que todos acudieron a la ciudad para convertirse, dejando todo lo que poseían. Muchos fueron bautizados, sin embargo, el cacique, rebelde a causa del comportamiento de algunos españoles, se rehusó a recibir el sacramento del bautismo y huyó con algunos indígenas a la selva.
Estando en su choza, el 8 de septiembre de 1652, acompañado por su mujer y su cuñada Isabel, la Virgen se apareció de nuevo de forma corpórea, irradiando una luz tan brillante que iluminaba todo el lugar, que según contó Isabel era brillante como los rayos del sol, pero que no hacía daño a la vista.
Coromoto estaba muy disgustado, y quería que la señora se fuera, pero ella se acercó y lo abrazó, entonces el cacique loco de ira trató de agarrarla para expulsarla de su casa, pero ella se desvaneció y Coromoto se quedó inmóvil, sin palabras, con la mano cerrada, al abrirla encontró en su mano una pequeña imagen de la virgen que desprendía rayos de luz.
Más tarde, a Coromoto lo mordió una culebra venenosa y lo llevaron a la ciudad, donde pidió ser bautizado en su lecho de muerte, entonces se convirtió a la fe católica y recibió el nombre de Ángel Custodio. Mucho tiempo después, tras una larga vida, murió por causas naturales.
Acto de consagración de Venezuela a la madre
¡Oh, Madre querida de Coromoto!
Tú que has acompañado el nacimiento y el desarrollo de nuestra historia patria, venimos a tus plantas a consagrarnos como pueblo, como nación que te reconoce como Madre y a decirte que somos tuyos.
Queremos colocar muy cerca de tu corazón nuestras necesidades, deseos, luchas y logros.
En este momento de nuestra historia, te pedimos que mires a estos tus hijos que caminan en valle de lágrimas y consuélalos mostrándonos siempre a tu Hijo.
Te consagramos nuestra Patria Venezuela, con todos sus hijos, con sus familias, con los que sufren y son olvidados.
Enséñanos, Virgen llanera a llevar dentro de nosotros a tu Hijo con el mismo amor y adoración con que tú le llevaste.
Que esta especial consagración nos haga hijos más fieles a la Iglesia, a sus pastores y ministros.
Muéstrate como Madre, como la bella Señora del río Tucupido, a todos cuantos están alejados.
Recibe, Virgen de Coromoto, nuestra consagración y sostén nuestros propósitos de vivir como discípulos y misioneros de Tu Hijo a fin que podamos llevar a plenitud nuestra vocación bautismal dando así gloria a la Santísima Trinidad.
Oración a la patrona de Venezuela
¡Oh Virgen de Coromoto! Patrona de Venezuela, En tus manos deposito esta súplica (Menciona aquí tu intención) Bendícela. Preséntala al Corazón de Jesús. Haz valer tu amor de Madre y tu poder de Reina. ¡Oh María! Yo cuento con tu ayuda y tu amistad fiel. Yo confío en tu poder maternal. Me entrego a la voluntad divina de tu amado Hijo. Estoy seguro de que tú eres Madre de misericordia y escuchas atenta cada una de nuestras súplicas. ¡Madre de Dios y Madre mía! Ruega por mí. Llévame al Corazón de Jesús. Bendícenos Madre Santísima. Cúbrenos con tu Manto sagrado. Oh Nuestra Señora de Coromoto, intercede por nosotros. Amén.
Oración de San Juan Pablo II a la Virgen de Coromoto
Virgen y Madre nuestra de Coromoto, que siempre has preservado la fe del pueblo venezolano. En tus manos pongo sus alegrías y esperanzas, las tristezas y sufrimientos de todos tus hijos. Implora sobre los Obispos y Presbíteros los dones del Espíritu, para que, fieles a sus promesas sacerdotales, sean infatigables mensajeros de la Buena Nueva, especialmente entre los más pobres y necesitados. Infunde en los religiosos y religiosas el ejemplo de tu entrega total a Dios, para que en el servicio abnegado a los hermanos los acompañe en sus trabajos y necesidades. Madre de la Iglesia, alienta a los fieles laicos, comprometidos con la Nueva Evangelización, para que, con la promoción humana y la evangelización de la cultura, sean auténticos apóstoles en el Tercer Milenio. Protege a todas las familias venezolanas, para que sean verdaderas Iglesias domésticas, donde se custodie el tesoro de la fe y de la vida, donde se enseñe y se practique siempre la caridad fraterna. Ayuda a los católicos a ser sal y luz para los demás, como auténticos testigos de Cristo, presencia salvadora del Señor, fuente de paz, de alegría, de esperanza. Reina y Madre Santa de Coromoto, ilumina a quienes rigen los destinos de Venezuela, para que trabajen por el progreso de todos, salvaguardando los valores morales y sociales cristianos. Ayuda a todos y cada uno de tus hijos e hijas, para que, con Cristo Nuestro Señor y Hermano, caminen juntos hacia el Padre, en la unidad del Espíritu Santo. Amén
Oración a la madre de los venezolanos
Bella Señora María, Virgen Madre del Redentor, contigo alabamos y glorificamos al Padre, en el Espíritu Santo por Jesucristo.
Te suplicamos que, así como en Coromoto guiaste los pasos de los indios hacia la gracia bautismal, cautives ahora el corazón de los venezolanos y los conduzcas a la renovación de la fe.
Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela, bendice la acción evangelizadora de la Iglesia en nuestra patria para que sea fortaleza y defensa de la fe de tus hijos y comienzo de una renovación de las costumbres cristianas. Amén.
Oración para todos los días
Gloriosa Madre de Dios, Reina y Señora de nuestras almas, vednos postrados a vuestras plantas maternales; venimos a honraros con el recuerdo de vuestra aparición a los indios Cospes en tierras de Coromoto y a implorar vuestro celestial valimiento a favor de tantos necesitados entre los cuales ocupa un lugar preferente nuestro pobre corazón. No desoigáis Madre querida de Coromoto la plegaria que hoy te dirigimos a fin de que llegando desde el Cielo el rocío de la gracia que mitigue nuestras penas y dolencias te lo pedimos por Cristo Nuestro Señor. Amén.
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