- DOMINGO XIX ORDINARIO - B
- MONICIÓN DE ENTRADA
- MONICION PRIMERA LECTURA (1 Reyes 19,4-8)
- PRIMERA LECTURA Domingo
- Lectura del primer libro de los Reyes 19, 4-8
- Salmo responsorial: Salmo 33, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9 (R.: 9a)
- MONICION SEGUNDA LECTURA (Efesios 4, 30-5,2)
- SEGUNDA LECTURA DE HOY
- Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 4, 30—5, 2
- MONICION EVANGELIO (Juan 6, 41-51)
- EVANGELIO DE HOY
- Lectura del santo evangelio según san Juan 6, 41-51
DOMINGO XIX ORDINARIO - B
MONICIÓN DE ENTRADA
¡Sean todos bienvenidos a esta celebración, hermanos y amigos! Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo derramen sobre ustedes su gracia y su paz.
Estamos en el Domingo Diecinueve del Tiempo Ordinario. La Liturgia de la Palabra de hoy nos habla de la bondad del Padre que siempre nos regala el pan cada día, el alimento que nos da vida. Jesús se presenta como el Pan vivo bajado del cielo, como Hijo y regalo del Padre, el único alimento que nos mantendrá vivos para siempre. Hagamos la prueba: comamos sólo un pedacito de Él y veremos qué bueno es el Señor. Tendremos su mismo Espíritu y seremos también nosotros un regalo de Dios para los demás.
Seguros de la presencia de Jesús Resucitado aquí y ahora en medio de nosotros, nos ponemos de pie para darle gracias al Padre.
MONICION PRIMERA LECTURA (1 Reyes 19,4-8)
Elías se siente acabado, agotado. Desea morir y se echa a morir. Pero Dios le enviará un pan que le dará fuerzas para caminar cuarenta días hasta el monte de Dios. Escuchemos.
PRIMERA LECTURA Domingo
Con la fuerza de aquel alimento, caminó hasta el monte de Dios
Lectura del primer libro de los Reyes 19, 4-8
En aquellos días, Elías continuó por el desierto una jornada de camino, y, al final, se sentó bajo una retama y se deseó la muerte:
—«¡Basta, Señor! ¡Quítame la vida, que yo no valgo más que mis padres!».
Se echó bajo la remata y se durmió. De pronto un ángel lo tocó y le dijo:
—«¡Levántate, come!».
Miró Elías, y vio a su cabecera un pan cocido sobre piedras y un jarro de agua. Comió, bebió y se volvió a echar. Pero el ángel del Señor le volvió a tocar y le dijo:
—«¡Levántate, come!, que el camino es superior a tus fuerzas».
Elías se levantó, comió y bebió, y, con la fuerza de aquel alimento, caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta el Horeb, el monte de Dios.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial: Salmo 33, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9 (R.: 9a)
Salmo del próximo domingo
R. Gustad y ved qué bueno es el Señor.
Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R.
Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R.
Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
y lo salva de sus angustias. R.
El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él. R.
MONICION SEGUNDA LECTURA (Efesios 4, 30-5,2)
Pablo nos invita a ser amigos del Espíritu Santo, a tener el mismo Espíritu de Jesús. Asimilar a Cristo significa transformarse exclusivamente en amor y perdón, como Cristo. Escuchemos.
SEGUNDA LECTURA DE HOY
Vivid en el amor como Cristo
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 4, 30—5, 2
Hermanos:
No pongáis triste al Espíritu Santo de Dios con que él os ha marcado para el día de la liberación final.
Desterrad de vosotros la amargura, la ira, los enfados e insultos y toda la maldad. Sed buenos, comprensivos, perdonándoos unos a otros como Dios os perdonó en Cristo.
Sed imitadores de Dios, como hijos queridos, y vivid en el amor como Cristo os amó y se entregó por nosotros a Dios como oblación y víctima de suave olor.
Palabra de Dios.
MONICION EVANGELIO (Juan 6, 41-51)
Muchos veían a Jesús como un gran Maestro, modelo de hombre, pero eran incapaces de verlo como el Enviado del Padre. Hoy Jesús nos invita a acercarnos a Él con fe para descubrir que el “hijo del carpintero” es el Hijo de Dios, alimento de vida eterna. Abramos el oído, la mente y el corazón, y pongámonos de pie para acoger el Santo Evangelio.
EVANGELIO DE HOY
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo
Lectura del santo evangelio según san Juan 6, 41-51
En aquel tiempo, los judíos criticaban a Jesús porque había dicho: «Yo soy el pan bajado del cielo», y decían:
—«No es éste Jesús, el hijo de José? ¿No conocemos a su padre y a su madre? ¿Cómo dice ahora que ha bajado del cielo?».
Jesús tomó la palabra y les dijo:
—«No critiquéis. Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me ha enviado.
Y yo lo resucitaré el último día.
Está escrito en los profetas: "Serán todos discípulos de Dios".
Todo el que escucha lo que dice el Padre y aprende viene a mí.
No es que nadie haya visto al Padre, a no ser el que procede de Dios: ése ha visto al Padre.
Os lo aseguro: el que cree tiene vida eterna.
Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron: éste es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera.
Yo soy el pan de vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre.
Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo».
Palabra del Señor.
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