Spoiler Carmelitano.

Spoiler Carmelitano

Hace pocos días, escuché en una clase una afirmación que me hubiese encantado haberla escuchado antes.

“El perfeccionamiento espiritual es una obligación moral”.

Años atrás estaba convencido que podía ser perfecto porque bíblicamente es una sentencia; “Sean perfectos como su Padre en el cielo es perfecto”.

¿Pa’ dónde iba a agarrar? Mi mirada estaba fija en ser perfecto, en que toda mi vida estuviese planificada, estructura, bien orquestada en mi proyecto de vida, pero saben algo, en mi proyecto de vida nunca estuvo la locura de ser fraile.

Hoy miro la perfección de otra manera, hoy vivo la perfección dentro de mí imperfección porque a quién sigo me hace perfecto, acepta mi imperfección.

La perfección debe estar en sintonía con la perfección de Cristo, Él es perfecto y en Él debemos observar la ley, asumir su vida, sus sentimientos. Ojo: esto es pura teoría, pero debo ir aprendiendo a vivir en Cristo.

Aún estoy aprendiendo a soltar el perfeccionismo, aún sigo intentando no ser tan esquemático compulsivo, aún estoy aprendiendo a soltar cosas y a permitirme equivocarme. Hoy recuerdo lo que dice Erika de la Vega en su monógolo: ¡Las personas perfectas son sospechosas!. A saber: “No hay nada malo en ser imperfecto, relájense, unánse con la multitud, somos iguales”.

Desde el Convento San José de Mérida 22 Enero del 2023

Fr. Eduar Jr. González. O.Carm
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