Moniciones, Lecturas y evangelio día de hoy Domingo de 13 Agosto 2023
Tips Liturgicos del Día de hoy
Color: Verde
XIX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO; Misa del domingo, Gloria, Credo, prefacio dominical. Se prohíben las Misas de difuntos,excepto la exequial.
Lecturas del Dia de Hoy: 1ª Lectura: 1Re 19,9a.11-13a; Salmo: Sal 84; 2ª Lectura: Rm 9,1-5; Evangelio: Mt 14,22-33.
LITURGIA DE LAS HORAS: del domingo.
- Este año se omite la memoria libre de Santos Ponciano, Papa, e
Hipólito, presbítero, mártires.
Moniciones de Entrada
Bienvenidos, hermanos y amigos. Reciban todos ustedes gracia, paz y alegría de parte del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Estamos en el Domingo Diecinueve del Tiempo Ordinario. La Liturgia de la Palabra de hoy nos habla del encuentro con Dios y de la fe que nos libera. El encuentro con Dios siempre es suave, sereno, siempre nos llena de paz y nos manda caminar sobre las tormentas sin vacilar. Pero si vacilamos y nos hundimos, el Señor siempre está allí tendiéndonos su mano.
Seguros de la presencia salvadora del Resucitado, aquí y ahora entre nosotros, pongámonos de pie y vivamos nuestra fiesta de la fe.
Monición de la Primera Lectura
Elías nos recuerda que los grandes y espectaculares acontecimientos no son el modo normal de revelarse de Dios. Hay que tener fe para detectar su presencia y su palabra en lo sencillo y pequeño de cada día. Escuchemos.
PRIMERA LECTURA DE HOY
Ponte de pie en el monte ante el Señor
Lectura del primer libro de los Reyes 19, 9a. 11-13a
En aquellos días, cuando Elías llegó al Horeb, el monte de Dios, se metió en una cueva donde pasó la noche. El Señor le dijo:
—«Sal y ponte de pie en el monte ante el Señor. ¡El Señor va a pasar!».
Vino un huracán tan violento que descuajaba los montes y hacía trizas las peñas delante del Señor; pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento, vino un terremoto; pero el Señor no estaba en el terremoto. Después del terremoto, vino un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego.
Después del fuego, se oyó una brisa tenue; al sentirla, Elías se tapó el rostro con el manto, salió afuera y se puso en pie a la entrada de la cueva.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial: Salmo 84, 9ab-10. 11-12. 13-14 (R.: 8)
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia
y danos tu salvación.
Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos».
La salvación está ya cerca de sus fieles,
y la gloria habitará en nuestra tierra. R.
La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo. R.
El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
la salvación seguirá sus pasos. R.
Monición de la Segunda Lectura
Pablo, cristiano pero también judío, en un bello acto de fe y amor afirma que aceptaría su propia perdición a costa de la salvación de los judíos. Escuchemos.
SEGUNDA LECTURA
Quisiera ser un proscrito por el bien de mis hermanos
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 9, 1-5
Hermanos:
Digo la verdad en Cristo; mi conciencia, iluminada por el Espíritu Santo, me asegura que no miento. Siento una gran pena y un dolor incesante, en mi corazón, pues por el bien de mis hermanos, los de mi raza según la carne, quisiera incluso ser un proscrito lejos de Cristo.
Ellos descienden de Israel, fueron adoptados como hijos, tienen la presencia de Dios, la alianza, la ley, el culto y las promesas. Suyos son los patriarcas, de quienes, según la carne, nació el Mesías, el que está por encima de todo: Dios bendito por los siglos. Amén.
Palabra de Dios.
Moniciones del Evangelio
Hoy Jesús se nos acerca en medio de la tempestad con esta Buena Noticia: “No tengan miedo. Soy yo.” Abramos el oído, los ojos y el corazón, y tomados de la mano de Jesús pongámonos de pie para presenciar esta escena.
EVANGELIO de HOY
Mándame ir hacia ti andando sobre el agua
Lectura del santo evangelio según san Mateo 14, 22-33
Después que la gente se hubo saciado, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente.
Y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar.
Llegada la noche, estaba allí solo.
Mientras tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. De madrugada se les acercó Jesús, andando sobre el agua. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma.
Jesús les dijo en seguida:
—«¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!».
Pedro le contestó:
—«Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua».
Él le dijo:
—«Ven».
Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua, acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó:
—«Señor, sálvame».
En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo:
—«¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?».
En cuanto subieron a la barca, amainó el viento.
Los de la barca se postraron ante él, diciendo:
—«Realmente eres Hijo de Dios».
Palabra del Señor.
Reflexión del EVANGELIO DEL Día de hoy
las lecturas del dia de Hoy nos invitan a un profundo encuentro con la presencia divina, recordándonos la importancia de mantener nuestra fe en medio de las adversidades y confiar plenamente en el Señor.
En la primera lectura, el profeta Elías experimenta un poderoso encuentro con Dios en la montaña. Dios se le manifiesta en una suave brisa, enseñándonos la importancia de estar atentos a las señales de la presencia divina en lo sutil y lo pequeño. En medio de la agitación del mundo, busquemos momentos de silencio y recogimiento para escuchar la voz de Dios y permitir que su presencia nos guíe y reconforte en los momentos de incertidumbre.
El Salmo 84 es un canto de amor y anhelo por la presencia de Dios. El salmista expresa su deseo de habitar en los atrios del Señor, encontrando en Él descanso y protección. Reflexionemos sobre cómo podemos cultivar esa anhelante cercanía con Dios en nuestra vida diaria, encontrando en Él nuestra fortaleza y refugio en los momentos difíciles.
San Pablo, en la segunda lectura, comparte su amor y preocupación por su pueblo, deseando que todos lleguen a conocer a Cristo. Nos recuerda la importancia de la fe en Cristo como fundamento de nuestra vida espiritual. Reflexionemos sobre cómo podemos transmitir el amor de Cristo a quienes nos rodean y cómo mantener nuestra fe en medio de las tribulaciones.
El Evangelio según Mateo nos relata el episodio en el cual Jesús camina sobre las aguas y Pedro, a pesar del miedo, se atreve a caminar hacia Él. Sin embargo, al perder la confianza, Pedro comienza a hundirse, pero Jesús lo salva. Esta narrativa nos invita a reflexionar sobre cómo la fe nos permite caminar sobre las aguas de la vida, superando los temores y desafíos. Pero también nos recuerda la importancia de mantener nuestra mirada fija en Jesús para no perder la confianza y ser salvados por su amor y poder.
En conjunto, las lecturas del día nos llaman a un encuentro profundo con la presencia divina, a escuchar la voz de Dios en lo sutil y lo pequeño, a anhelar su cercanía y protección, a mantener nuestra fe en medio de las adversidades y a caminar con valentía hacia Jesús, manteniendo nuestra mirada fija en Él.
Que estas reflexiones nos inspiren a buscar un encuentro auténtico con la presencia divina en nuestra vida cotidiana, a vivir con fe y confianza en el Señor y a ser luz y esperanza para aquellos que nos rodean. Que nuestra fe en Cristo sea el fundamento sólido de nuestra vida, guiándonos hacia la plenitud y la paz que solo Él puede brindarnos.
En nuestra página web, que sea un espacio donde muchos encuentren inspiración y consuelo en la presencia divina, y donde puedan reflexionar sobre la grandeza de Dios y su amor incondicional. Que la luz de la Palabra de Dios brille en cada rincón y sea fuente de esperanza para todos los que la visiten. Que nuestra fe en Cristo sea un testimonio vivo de cómo el encuentro con la presencia divina transforma nuestras vidas y nos guía hacia una existencia plena y significativa en Dios.