Tips Liturgicos del Día de hoy
- Tips Liturgicos del Día de hoy
- Monición Entrada
- Monición a la Primera Lectura: Ap 21,9b-14
- PRIMERA LECTURA DE HOY
- Lectura del libro del Apocalipsis 21, 9b-14
- Salmo responsorial: Salmo 144, 10-11. 12-13ab. 17-18 (R.: cf. 12)
- Monición al Evangelio: Jn 1,45-51
- EVANGELIO DE HOY
- Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 45-51
- Reflexión del EVANGELIO del dia de Hoy
Color: Rojo
SAN BARTOLOMÉ, APÓSTOL; FIESTA, Misa de la fiesta, Gloria, lecturas propias, prefacio de los apóstoles.
Lecturas del Dia de Hoy: 1ª Lectura: Ap 21,9b-14; Salmo: Sal 144; Evangelio: Jn 1,45-51.
LITURGIA DE LAS HORAS: de la fiesta
Monición Entrada
Bienvenidos todos a esta solemne celebración en honor a San Bartolomé, Apóstol, quien con valentía y entrega siguió la llamada de Jesús y compartió su mensaje con el mundo. En este día, nos reunimos para reflexionar sobre las lecturas que nos inspirarán y nos guiarán en nuestro camino de fe. Que el ejemplo y la intercesión de San Bartolomé nos animen a profundizar en nuestro compromiso con Cristo y a seguir sus enseñanzas con entusiasmo y devoción. Unidos como comunidad de creyentes, demos inicio a esta Celebración.
Monición a la Primera Lectura: Ap 21,9b-14
En la primera lectura, contemplamos la visión del Apóstol Juan sobre la Jerusalén celestial, la morada eterna de Dios. Esta visión nos invita a reflexionar sobre la belleza y la trascendencia del Reino de Dios. Escuchemos atentamente cómo se nos revela la grandiosidad de la Ciudad Santa y cómo esta lectura nos conecta con la promesa de un futuro glorioso.
PRIMERA LECTURA DE HOY
Doce basamentos que llevaban doce nombres: los nombres de los apóstoles del Cordero
Lectura del libro del Apocalipsis 21, 9b-14
El ángel me habló así:
—«Ven acá, voy a mostrarte a la novia, a la esposa del Cordero». Me transportó en éxtasis a un monte altísimo, y me enseñó la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo, enviada por Dios, trayendo la gloria de Dios.
Brillaba como una piedra preciosa, como jaspe traslúcido.
Tenía una muralla grande y alta y doce puertas custodiadas por doce ángeles, con doce nombres grabados: los nombres de las tribus de Israel.
A oriente tres puertas, al norte tres puertas, al sur tres puertas, y a occidente tres puertas.
La muralla tenía doce basamentos que llevaban doce nombres: los nombres de los apóstoles del Cordero.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial: Salmo 144, 10-11. 12-13ab. 17-18 (R.: cf. 12)
R. Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.
Que todas tus criaturas te den gracias,
Señor, que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas. R.
Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y la majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad. R.
El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones;
cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente. R.
Monición al Evangelio: Jn 1,45-51
En el Evangelio de Juan, presenciamos el encuentro entre Jesús y Natanael, también conocido como Bartolomé. A través de este pasaje, contemplamos la revelación divina y el reconocimiento de Natanael de que Jesús es el Hijo de Dios y el Rey de Israel. Sigamos los pasos de Natanael al acercarnos a la Palabra de Dios y permitamos que esta lectura inspire un mayor compromiso con Cristo en nuestras propias vidas.
EVANGELIO DE HOY
Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño
Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 45-51
En aquel tiempo, Felipe encuentra a Natanael y le dice:
—«Aquel de quien escribieron Moisés en la Ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret».
Natanael le replicó:
—«¿De Nazaret puede salir algo bueno?».
Felipe le contestó:
—«Ven y verás».
Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él:
—«Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño».
Natanael le contesta:
—«¿De qué me conoces?».
Jesús le responde:
—«Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi».
Natanael respondió:
—«Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».
Jesús le contestó:
—«¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees?
Has de ver cosas mayores».
Y le añadió:
—«Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».
Palabra del Señor.
Reflexión del EVANGELIO del dia de Hoy
La Primera Lectura del Dia de Hoy nos Plasma La visión de Juan en el libro del Apocalipsis nos transporta a la Ciudad Santa, la nueva Jerusalén, descrita con una belleza inigualable y construida sobre los cimientos de la fe. En esta visión celestial, la perfección y la gloria se fusionan en un esplendor que supera nuestra comprensión terrenal. Así como San Bartolomé, uno de los doce apóstoles, fue un pilar en la edificación de la Iglesia, esta visión nos recuerda que nuestra vida en la tierra está entrelazada con la promesa de una vida eterna en la presencia de Dios. La fe y el sacrificio de apóstoles como Bartolomé nos inspiran a perseverar en nuestra jornada de fe, anhelando un hogar eterno donde Dios reine en esplendor.
El Salmo de hoy es un canto de alabanza y gratitud por la grandeza y misericordia del Señor. San Bartolomé, al responder al llamado de Jesús y convertirse en uno de sus discípulos, experimentó de primera mano la bondad divina y la guía amorosa del Todopoderoso. Como comunidad de creyentes, nos unimos en alabanza, siguiendo el ejemplo de aquellos que, como San Bartolomé, han experimentado el amor y la bondad de Dios en sus vidas. Este salmo es un recordatorio de que cada uno de nosotros tiene motivos para alabar al Señor, pues su amor y cuidado son inquebrantables.
En El Evangelio de Juan nos narra el encuentro entre Natanael (también conocido como Bartolomé) y Jesús. La sorpresa de Natanael ante la percepción de Jesús como el Hijo de Dios refleja la revelación divina que experimentó. Al seguir a Jesús, San Bartolomé también compartió en esa revelación y se convirtió en un fiel testigo del poder y la misión de Cristo. En este día especial en honor a San Bartolomé, recordamos su dedicación a Cristo y su testimonio de fe. Su historia nos reta a reflexionar sobre cómo respondemos nosotros al llamado de Cristo en nuestra vida cotidiana y cómo podemos estar más abiertos a las revelaciones divinas que Dios nos ofrece.
San Bartolomé, Apóstol
Hoy celebramos a San Bartolomé, uno de los apóstoles escogidos por Jesús para difundir su mensaje de amor y salvación. Aunque su papel puede parecer menos prominente en comparación con otros apóstoles, su testimonio de fe es igualmente valioso. Bartolomé, también conocido como Natanael, nos enseña que la humildad y la apertura a las revelaciones divinas nos conducen a una comprensión más profunda de quién es Jesús. Como laicos y seguidores de Cristo, la valentía de San Bartolomé nos inspira a ser auténticos en nuestra fe y a responder con generosidad al llamado de Dios en nuestras vidas. Que su ejemplo de entrega y discernimiento nos guíe en nuestro propio viaje de fe, llevándonos hacia una relación más íntima con Cristo y hacia la realización de su voluntad en el mundo.
En esta celebración, recordemos con gratitud y admiración a San Bartolomé, Apóstol, y reflexionemos sobre las lecturas que nos inspiran en nuestro camino de fe. Que su ejemplo de valentía y entrega nos motive a seguir a Cristo con pasión y a vivir nuestra fe con audacia. Que esta celebración nos guíe hacia una mayor comprensión de la promesa de vida eterna en la presencia de Dios.
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