Evangelio, lecturas y Moniciones del día de hoy Sábado 29 de Julio 2023 – Santos Marta, María y Lázaro; memoria obligatoria
Tips Liturgicos del Día de hoy
Color: Blanco
Santos Marta, María y Lázaro; memoria obligatoria Misa de la memoria, primera lectura y salmo de la feria, Evangelio propio, prefacio común o de los santos.
Lecturas del Dia de Hoy: 1ª Lectura: Ex 24,3-8; Salmo: Sal 49; Evangelio: Jn 11,19-27 o bien Lc 10,38-42.
PRIMERA LECTURA
Ésta es la sangre de la alianza que hace el Señor con vosotros
Lectura del libro del Éxodo 24, 3-8
En aquellos días, Moisés bajó y contó al pueblo todo lo que había dicho el Señor y todos sus mandatos; y el pueblo contestó a una:
—«Haremos todo lo que dice el Señor».
Moisés puso por escrito todas las palabras del Señor. Se levantó temprano y edificó un altar en la falda del monte, y doce estelas, por las doce tribus de Israel. Y mandó a algunos jóvenes israelitas ofrecer al Señor holocaustos y vacas como sacrificio de comunión. Tomó la mitad de la sangre, y la puso en vasijas, y la otra mitad la derramó sobre el altar. Después, tomó el documento de la alianza, y se lo leyó en alta voz al pueblo, el cual respondió:
—«Haremos todo lo que manda el Señor y lo obedeceremos».
Tomó Moisés la sangre y roció al pueblo diciendo:
—«Ésta es la sangre de la alianza que hace el Señor con vosotros, sobre todos estos mandatos».
Palabra de Dios.
Salmo responsorial: Salmo 49, 1-2. 5-6. 14-15 (R.: 14a)
R. Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza.
El Dios de los dioses, el Señor, habla:
convoca la tierra de oriente a occidente.
Desde Sión, la hermosa, Dios resplandece. R.
«Congregadme a mis fieles,
que sellaron mi pacto con un sacrificio».
Proclame el cielo su justicia;
Dios en persona va a juzgar. R.
«Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza,
cumple tus votos al Altísimo
e invócame el día del peligro:
yo te libraré, y tú me darás gloria». R.
EVANGELIO DE HOY
Creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios
Lectura del santo evangelio según san Juan 11, 19-27
En aquel tiempo, muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María, para darles el pésame por su hermano. Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa. Y dijo Marta a Jesús:
—«Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá».
Jesús le dijo:
—«Tu hermano resucitará».
Marta respondió:
—«Sé que resucitará en la resurrección del último día».
Jesús le dice:
—«Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?».
Ella le contestó:
—«Sí, Señor: yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo».
Palabra del Señor.
O bien:
Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas
Lectura del santo evangelio según san Lucas 10, 38-42
En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa.
Ésta tenía una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra.
Y Marta se multiplicaba para dar abasto con el servicio; hasta que se paró y dijo:
—«Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano».
Pero el Señor le contestó:
—«Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán».
Palabra del Señor.
Reflexión del EVANGELIO DEL Día de hoy
El evangelio de hoy nos presenta una escena conmovedora en la que Jesús se encuentra con Marta y María después de la muerte de su hermano Lázaro. Marta le dice a Jesús: “Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano”. Jesús le responde: “Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto vivirá”.
Esta conversación nos revela el amor y la confianza que existía entre Jesús y la familia de Betania. Ellos le habían abierto las puertas de su casa y de su corazón, y habían compartido con él momentos de alegría y de dolor. Jesús les había enseñado con su palabra y con su ejemplo, y les había manifestado su poder y su misericordia.
La familia de Betania es un modelo para todas las familias cristianas que quieren recibir a Jesús en su hogar. Al recibirlo, reciben también sus gracias y sus bendiciones. Reciben la gracia de la fe, que les hace creer en él como el Señor y el Salvador. Reciben la gracia de la esperanza, que les hace confiar en él como el que vence a la muerte y da la vida eterna. Reciben la gracia del amor, que les hace amarlo a él y a los demás como él los ha amado.
Pidamos al Señor que nos conceda la gracia de recibirlo en nuestra familia, como lo hicieron Marta, María y Lázaro. Que nos ayude a escucharlo, a servirlo y a creer en él. Que nos consuele en nuestras penas, que nos fortalezca en nuestras pruebas, que nos llene de su alegría. Que nos haga partícipes de su resurrección y de su vida.