DIFERENTES MISAS DE DIFUNTOS
MISAS DE DIFUNTOS
1. Aunque por razones de utilidad se proponen las Misas completas con sus antífonas y oraciones, todos los textos pueden cambiarse entre sí, especialmente en lo que se refiere a las oraciones, variando el género y el número, según lo que corresponda a cada circunstancia.
También las oraciones propuestas para exequias o aniversarios, se omitirán las palabras menos adecuadas si se usan en otras ocasiones.
2. En el tiempo pascual, según las circunstancias, se puede omitir el Aleluia al final de las antífonas.
I. EN LAS EXEQUIAS
La Misa exequial puede celebrarse todos los días, excepto las solemnidades de precepto, el Jueves santo, durante el Triduo pascual y los domingos de Adviento, Cuaresma y Pascua.
A. Fuera del tiempo pascual
Antífona de entrada
Señor, dales el descanso eterno y brille para ellos la luz que no tiene fin. (Cf. 4 Esd. 2,34.35)
Oración colecta
Dios todopoderoso y eterno,
nuestra fe confiesa que Jesús ha muerto y resucitado;
concede a tu hijo N.
que ha participado ya en la muerte de Cristo,
participar también en su resurrección.
Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
O bien:
Señor y Dios nuestro, es propio de ti
ser misericordioso y perdonar siempre;
por eso te pedimos humildemente por tu hijo N.,
a quien has llamado ( hoy ) a tu presencia;
y ya que creyó y esperó en ti,
concédele llegar a la verdadera patria
y gozar de la alegría eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Oración sobre las ofrendas
Al ofrecerte estos dones por la salvación de nuestro hermano N.
te pedimos humildemente, Señor,
que después de haber reconocido en tu Hijo
a su Salvador lleno de bondad,
pueda encontrar también en él al Juez misericordioso,
que vive y reina por los siglos de los siglos.
Prefacio de difuntos, pp.
Antífona de comunión
Brille, Señor, sobre ellos la luz eterna, en compañía de tus santos, porque tú eres piadoso. Concédeles el descanso eterno y brille para ellos la luz que no tiene fin, en compañía de tus santos, porque tú eres piadoso. (cfr. 4 esd. 2,34-35)
Oración después de la comunión
Señor y Dios nuestro,
ya que tu Hijo nos dejó un viático
en el sacramento de su Cuerpo,
concede en tu bondad que gracias a él,
nuestro hermano N.
llegue a la mesa eterna de Jesucristo,
que vive y reina por los siglos de los siglos.
B. Fuera del tiempo pascual
Antífona de entrada
El Señor le abra las puertas del paraíso para que pueda volver a la patria
donde no hay muerte, y donde el gozo permanece para siempre.
Oración colecta
Padre eterno, que perdonas a los pecadores
y premias a tus hijos fieles,
concede a este hermano nuestro N.
a quien ( hoy ) damos sepultura,
que sea contado entre tus elegidos;
haz que liberado ya de las ataduras terrenales,
pueda disfrutar de la claridad de tu presencia.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.
O bien:
Padre de la vida,
tú pusiste término a la vida presente
y una puerta para entrar en la eternidad;
te pedimos, que concedas a tu hijo N.
cuyo cuerpo (hoy) cumplimos en depositar piadosamente en el sepulcro,
contarlo entre tus santos y elegidos
y a quien ya experimentó el poder de la muerte
otórgale la dicha de presentarse ante tu rostro el día de la resurrección.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Oración sobre las ofrendas
Recibe, Padre bueno, este sacrificio de reconciliación
que te ofrecemos por nuestro hermano N.
en el día de su sepultura,
y si en algo quedó manchado por el pecado
o por la debilidad de su condición humana,
te pedimos que tu misericordia lo perdone y purifique.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de difuntos, pp.
Antífona de comunión
Esperamos ardientemente que venga como salvador el Señor Jesucristo.
Él transformará nuestro pobre cuerpo mortal, haciéndolo semejante a su cuerpo glorioso. (Flp. 3,20-21)
Oración después de la comunión
Dios todopoderoso,
te pedimos por tu hijo N. que ( hoy ) salió de este mundo,
para que, gracias a este sacrificio,
sea purificado y liberado de sus pecados
y alcance el gozo eterno de la resurrección.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
C. Durante el tiempo pascual
Antífona de entrada
Así como Jesús murió y resucitó, de la misma manera, Dios llevará con Jesús a los que murieron con él. y así como todos mueren en Adán, todos revivirán en Cristo. Aleluia. (1 Tes. 4,14; 1 Cor. 15,22)
Oración colecta
Escucha, Señor, nuestras súplicas para que,
al aumentar nuestra fe en tu Hijo Jesús resucitado de entre los muertos,
se afiance también nuestra esperanza
en la resurrección de nuestro hermano N.
Te lo pedimos por el mismo Jesucristo, Señor nuestro,
que contigo y el Espíritu Santo vive y reina en unidad,
y es Dios por los siglos de los siglos.
Oración sobre las ofrendas
Recibe con bondad nuestros dones, Señor,
para que nuestro hermano N.
sea recibido en la gloria con tu Hijo Jesucristo,
a quien nos unimos en este gran sacramento de su amor.
Te lo pedimos por el mismo Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de difuntos, pp.
Antífona de comunión
Dice el Señor: yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. Aleluia. (Jn. 11,25-26)
Oración después de la comunión
Padre omnipotente, te pedimos
que recibas en la morada de la luz y de la paz
a nuestro hermano N.
por quien hemos celebrado el misterio pascual.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
D. Otras oraciones para la misa exequial
Oración colecta
Padre providente, tú eres el único
que puede dar la vida aun después de la muerte;
purifica a tu hijo N. de todos sus pecados,
y por su fe en la Resurrección de Jesús,
concédele unirse a ti en la gloria eterna.
Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Oración sobre las ofrendas
Dios de justicia y misericordia,
te pedimos que en virtud de este sacrificio que celebramos
purifiques en la Sangre de Cristo los pecados de nuestro hermano N.
y ya que lo lavaste con el agua del bautismo
no dejes de beneficiarlo con tu bondadoso perdón.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración después de la comunión
Después de recibir el sacramento de tu Hijo único,
que murió y resucitó por nosotros,
te pedimos. Señor, por tu servidor N.,
para que purificado por el misterio pascual
goce del don de la resurrección futura.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
E. En las exequias de un niño bautizado
Antífona de entrada
Dice el Señor: vengan benditos de mi Padre, y reciban en herencia el reino
que les fue preparado desde el comienzo del mundo. (T.P. Aleluia) (Mt. 25,34)
Oración colecta
Dios de amor y de clemencia,
a cuya amorosa providencia
no escapa la muerte de N. [ este(a) niño(a) ] en el umbral de su vida;
escucha nuestras súplicas, reconforta nuestra tristeza,
y concédenos la gracia de compartir un día la Vida eterna,
en la cual creemos se encuentra nuestro(a) hermanito(a) N.
a quien hiciste tu hijo(a) por el bautismo.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
O bien:
Tú conoces, Padre, nuestra profunda tristeza
por la muerte de este(a) niño(a);
concede a quienes lo(la) lloramos en la tierra,
la gracia de creer que ya goza para siempre en el cielo.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Oración sobre las ofrendas
Santifica, Dios nuestro, estos dones ofrecidos
y concede a estos padres que,
con dolor confían a tu amor el(la) hijo(a) de ti recibido(a),
la alegría de abrazarlo(a) nuevamente un día en tu Reino.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
O bien:
Acepta esta ofrenda, Dios nuestro,
como testimonio de nuestra entrega,
y ya que aceptamos los designios de tu providencia,
reanímanos con la dulzura de tu amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de difuntos, pp.
Antífona de comunión
Por el bautismo fuimos sepultados con Cristo en la muerte;
creemos que también viviremos con él. (T.P. Aleluia) (Cf. Rom.6,4.8)
Oración después de la comunión
Después de recibir la comunión del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo,
te pedimos, Señor, que consueles nuestra tristeza,
y a quienes celebramos esta eucaristía
reanímanos con la esperanza de la Vida eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
O bien:
Saciados con los dones divinos
te pedimos, Padre, que nos permitas participar en tu Reino
de la mesa a la cual ya has admitido a este niño.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
F. En las exequias de niños no bautizados
Si un niño, cuyos padres deseaban fuese bautizado, muriera antes del bautismo, el Ordinario del lugar, teniendo en cuenta las circunstancias pastorales, puede permitir que las exequias se celebren en la misma casa del niño, o también según el tipo de exequias que se usa habitualmente en esa región para los otros entierros.
En estas exequias se celebrará por lo general la liturgia de la Palabra como se indica en el ritual, pero si se juzgara oportuno celebrar la misa, se emplearán los textos siguientes. En la catequesis se ha de tener muy en cuenta no oscurecer ante los fieles la doctrina de la necesidad del bautismo.
Antífona de entrada
Dios secará todas sus lágrimas y no habrá más muerte, ni pena, ni queja, ni dolor, porque todo lo de antes pasó. (Ap. 21,4)
Oración colecta
Señor y Dios nuestro, recibe las súplicas de tus fieles,
angustiados por el dolor de haber perdido a este(a) niño(a);
concédeles la gracia de reanimarse
confiando en tu gran misericordia.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
O bien:
Padre eterno, tú conoces bien los corazones,
consuelas con bondad a quienes están afligidos
y sabes cuál es la fe de estos padres;
te pedimos que los ayudes para comprender,
en medio del dolor,
que su hijo(a) vive en manos de tu misericordia.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Oración sobre las ofrendas
Recibe esta ofrenda, Padre, como testimonio de nuestra entrega,
y ya que aceptamos con paz y confianza los designios de tu providencia,
ayúdanos con el consuelo de saber
que cuidas amorosamente de nosotros.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de difuntos, pp.
Antífona de comunión
El Señor Dios destruirá la muerte para siempre y secará todas las lágrimas. (Cf. Is. 25,8)
Oración después de la comunión
Después de recibir el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo,
te pedimos, Señor, que nos confortes en las dificultades de esta vida,
y reanimes con la esperanza de la Vida eterna
a quienes hemos celebrado estos sagrados misterios.
II. EN EL ANIVERSARIO
Esta Misa puede celebrarse en el primer aniversario del día de la muerte, en las ferias, excepto el Miércoles de Ceniza y los días de Semana Santa, y también en los días de la Octava de Navidad y en los días en que cae una memoria obligatoria. En otros aniversarios solamente puede celebrarse en las ferias del tiempo “durante el año”, incluso en las que tienen memorias facultativas.
A. Fuera del tiempo pascual
Antífona de entrada
Dios secará todas sus lágrimas y no habrá más muerte, ni pena, ni queja, ni dolor, porque todo lo de antes pasó. (Ap. 21,4)
Oración colecta
Señor y Dios nuestro,
tú eres la gloria de los fieles y la vida de los justos;
nosotros, que hemos sido redimidos
por la Muerte y Resurrección de Jesús,
te pedimos que te acuerdes de tu hijo N.
y puesto que creyó en el misterio de la resurrección futura
prémialo con la alegría eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Oración sobre las ofrendas
Padre del cielo, recibe con bondad estos dones
que te ofrecemos por tu hijo N.,
para que purificado por este sacramento
viva para siempre gozando de tu gloria.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de difuntos, pp.
Antífona de comunión
Dice el Señor: yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí tiene vida eterna y no será condenado, sino que pasará de la muerte a la vida. (Jn. 11,25; 3,36; 5,24)
Oración después de la comunión
Renovados con estos sagrados misterios,
te suplicamos, Padre, que purifiques a tu hijo N.
de todas sus culpas
y le concedas la gracia de la paz eterna de Cristo.
Que vive y reina por los siglos de los siglos.
B. Fuera del tiempo pascual
Antífona de entrada
Señor Jesús, concede el descanso eterno a nuestros difuntos, tú que por ellos derramaste tu preciosa sangre.
Oración colecta
Al conmemorar el aniversario
de la muerte de tu hijo N.,
te pedimos, Padre, que derrames sobre él tu misericordia
y lo hagas participar de la suerte de los santos.
Por Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Oración sobre las ofrendas
Recibe con bondad, Padre,
las súplicas que te dirigimos por nuestro hermano N.
al recordarlo en este día,
y por este sacrificio de reconciliación y alabanza
hazlo participar de la comunidad de los santos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de difuntos, pp.
Antífona de comunión
Señor, tú que eres el descanso después de la fatiga, la vida después de la muerte, concédeles el descanso eterno.
Oración después de la comunión
Después de haberte ofrecido este sacrificio
y nuestras oraciones por tu hijo N.,
te pedimos humildemente, Padre,
que tu amor lo purifique de los pecados
que hubiere cometido.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
C. Durante el tiempo pascual
Antífona de entrada
Dios que resucitó a Jesús de entre los muertos, también dará vida a nuestros cuerpos mortales, por medio del Espíritu que habita en nosotros. Aleluia. (Cf. Rom. 8,11)
Oración colecta
Dios todopoderoso y eterno,
Jesús se entregó voluntariamente a la muerte por nosotros;
concede en tu bondad a nuestro hermano N.
participar con él en la admirable victoria de su Resurrección.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Oración sobre las ofrendas
Dios de justicia y misericordia,
te pedimos que en virtud de este sacrificio que celebramos
purifiques en la Sangre de Cristo los pecados de nuestro hermano N.
y ya que lo lavaste con el agua del bautismo
no dejes de beneficiarlo con tu bondadoso perdón.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de difuntos, pp.
Antífona de comunión
Dice el Señor: yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo. Aleluia. (Jn. 6,51)
Oración después de la comunión
Padre lleno de amor,
después e recibir el sacramento de tu Hijo único
que por nosotros se inmoló y resucitó glorioso,
te suplicamos humildemente por tu hijo difunto N.,
para que, purificado por el misterio pascual que hemos celebrado,
lo glorifiques con el don de la resurrección futura.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
D. Otras oraciones en el aniversario
Oración colecta
Te pedimos, Dios nuestro,
que en virtud de la Pasión de tu Hijo,
concedas a tu servidor N.
el perdón que siempre anheló alcanzar,
para que conociéndote tal como eres,
pueda gozar siempre de tu visión.
Por Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Oración sobre las ofrendas
Te ofrecemos, Señor, este sacrificio
en sufragio de tu servidor N.
y ya que te conoció por la fe durante su vida
concédele unirse a ti en la felicidad eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración después de la comunión
Padre y Señor nuestro,
renovados con el alimento de la Vida,
te pedimos que por su eficacia,
nuestro hermano N. sea purificado de todas sus culpas
y pueda participar en la comunidad de tus elegidos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
E. Otras oraciones en el aniversario
Oración colecta
Dios misericordioso,
al conmemorar el aniversario de la muerte de tu hijo N.
te pedimos que le concedas
la morada de la paz, el gozo del descanso
y la claridad de la luz.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Oración sobre las ofrendas
Acepta, Padre, con agrado
las súplicas y el sacrificio que te ofrecemos
pidiéndote la salvación de tu hijo N.
para que pueda alcanzar la plenitud de la redención.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración después de la comunión
Dios de poder y misericordia,
hemos celebrado este sacramento
para tu gloria y en favor de nuestro hermano N.;
concédele la purificación de sus culpas
y la felicidad eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
III. EN DIVERSAS CONMEMORACIONES
Esta Misa puede celebrarse, ausente el cuerpo del difunto en el momento de conocerse su muerte, o bien ya sepultado el difunto, en las ferias, excepto el Miércoles de Ceniza y los días de Semana Santa, y también en los días de la Octava de Navidad y en los días en que cae una memoria obligatoria.
Las Misas “cotidianas” de los difuntos solamente puede celebrarse en las ferias del tiempo “durante el año”, incluso en las que tienen memorias facultativas, especialmente si se aplica por el eterno descanso del difunto.
A. Por un difunto
1
Antífona de entrada
El Señor le abra las puertas del paraíso para que pueda volver a la patria
donde no hay muerte y el gozo permanece para siempre.
Oración colecta
Dios Padre todopoderoso,
que nos salvaste por el misterio de la cruz de Cristo
y asociaste nuestras vidas a su Resurrección,
concede que tu hijo N.,
liberado de las ataduras de esta vida mortal,
sea asociado a la comunidad de tus elegidos.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
O bien:
Presta oídos, Padre, a las oraciones con que imploramos tu misericordia
en favor de nuestro hermano N.;
tú que lo hiciste miembro de la Iglesia durante su vida mortal,
llévalo contigo a la patria de la luz,
para que ahora participe también de la ciudadanía de los santos.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Oración sobre las ofrendas
Ten misericordia, Padre, de tu servidor N.,
por quien te ofrecemos este sacrificio de alabanza,
para que en virtud de estos misterios de reconciliación,
merezca resucitar a la vida verdadera.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de difuntos, pp.
Antífona de comunión
Dice el Señor: todo lo que me da el padre viene a mí, y al que venga a mí, yo no lo rechazaré. (Jn. 6,37)
O bien:
Dice el Señor: este es el pan que ha bajado del cielo. El que coma de este pan no morirá jamás. (Cf. Jn. 6,50)
Oración después de la comunión
Renovados por este sacramento de la Vida,
te pedimos, Padre, que nuestro hermano N.
a quien hiciste participar de tu Alianza,
sea purificado por la eficacia de este misterio
y goce para siempre en la paz de Cristo.
Que vive y reina por los siglos de los siglos.
2
Antífona de entrada
Yo sé que mi Redentor vive y que el último día surgiré de la tierra
y con mi cuerpo contemplaré a Dios, mi Salvador. (Cf. Job 19,25.26)
Oración colecta
Libra, Padre, a tu hijo N. de toda atadura de pecado,
y ya que en esta vida lo hiciste imagen de Cristo por medio del bautismo,
concédele que pueda gozar en la compañía de los santos,
la gloria de la resurrección.
Te lo pedimos por el mismo Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Oración sobre las ofrendas
Te pedimos, Padre del cielo,
que esta ofrenda sirva de ayuda a nuestro hermano N.,
ya que tú has querido que en este sacrificio
se encuentre el perdón para los pecados del mundo entero.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de difuntos, pp.
Antífona de comunión
Dice el Señor: este es el pan que ha bajado del cielo. El que coma de este pan no morirá jamás. (Cf. Jn. 6,50)
Oración después de la comunión
Te pedimos, Señor, que el sacrificio de tu Iglesia
sirva de ayuda a tu hijo N.,
para que pueda gozar con los santos de la compañía de Jesucristo
cuya misericordia recibió en los sacramentos.
Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor.
3. Otras oraciones
Oración colecta
Padre eterno, ante quien los muertos viven
y en quien los santos encuentran la plena felicidad;
escucha nuestra oración en favor de tu hijo N.,
que ha dejado la luz de este mundo,
y permítele gozar de tu luz eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
O bien:
Lleguen hasta ti, Padre, nuestras súplicas
y recibe en la felicidad eterna a tu servidor N.;
ya que lo creaste a tu imagen y le diste la gracia bautismal,
admítelo también a participar de tu herencia.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.
O bien:
Escucha con bondad de padre nuestras súplicas, Señor,
y concede a nuestro hermano N.,
el perdón de todos sus pecados,
para que en el día de la resurrección universal
alcance la vida verdadera
y ya desde ahora goce de tu paz y de tu luz.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Oración sobre las ofrendas
Recibe, Padre, con agrado la ofrenda de esta eucaristía;
haz que por ella, nuestro hermano N.
obtenga el deseado perdón de sus pecados,
y pueda así cantar eternamente tu gloria.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
O bien:
Señor y Dios nuestro, recibe esta ofrenda
que te presentamos confiados en favor de tu servidor N.
para que gracias a este sacrificio que nos diste como el mejor remedio,
le concedas la salvación eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
O bien:
Dios todopoderoso y eterno,
tu Hijo se entregó a los hombres como pan de Vida
y derramó su Sangre como bebida de salvación;
ten piedad de nuestro hermano N.,
y concede que el sacrificio de Jesús que ahora celebramos
le alcance la salvación.
Te lo pedimos por el mismo Jesucristo, nuestro Señor.
Oración después de la comunión
Te damos gracias, Dios nuestro, por estos dones
y te pedimos humildemente por nuestro hermano N.;
haz que, purificado de sus pecados
gracias a la Pasión de tu Hijo,
pueda llegar felizmente a ti.
Por el mismo Jesucristo nuestro Señor.
O bien:
Renovados con este alimento santo,
te pedimos, Padre, que nuestro hermano N.,
libre ya de las ataduras de esta vida mortal,
pueda participar lleno de alegría
de la Resurrección de Cristo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
O bien:
Después de recibir el anticipo de la Vida eterna,
te suplicamos humildemente, Señor,
que tu servidor N. libre de toda atadura terrenal
pueda unirse a la comunidad de los redimidos
que preside tu Hijo, Jesucristo, el Redentor del mundo
que vive y reina por los siglos de los siglos.
B. POR VARIOS O POR TODOS LOS DIFUNTOS
1
Antífona de entrada
Concédeles, Señor, el descanso eterno y alegra sus almas con el esplendor de la gloria.
Oración colecta
Padre clementísimo,
que quisiste que tu Hijo único, vencedor de la muerte,
entrara glorioso en el cielo;
concede a nuestros hermanos difuntos
que, vencida también la muerte,
puedan para siempre contemplarte a ti, su Creador y Redentor.
Por el mismo Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Oración sobre las ofrendas
Señor y Dios nuestro, te rogamos
que aceptes con bondad el sacrificio que te ofrecemos
por tus servidores difuntos,
y ya que les has concedido el mérito de la fe cristiana,
otórgales también la recompensa eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de difuntos, pp.
Antífona de comunión
Dios envió a su Hijo único al mundo, para que tuviéramos vida por medio de él. (1 Jn. 4,9)
Oración después de la comunión
Por este sacrificio que hemos ofrecido,
te pedimos, Padre, que derrames tu misericordia
sobre tus servidores difuntos,
y concedas la plenitud de la felicidad eterna
a quienes diste la gracia del bautismo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
2
Antífona de entrada
Dios amó tanto al mundo, que le dio a su Hijo único, para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna. (Jn. 3,16)
Oración colecta
Dios todopoderoso y eterno,
vida de los mortales y gozo de los santos,
te pedimos humildemente por nuestros hermanos N. y N.;
haz que liberados de toda atadura terrenal,
participen de la gloria eterna en tu Reino.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Oración sobre las ofrendas
Recibe, Señor, en tu bondad
la Víctima divina que te ofrecemos por tus servidores N. y N.
y por todos los que ya descansan en Cristo.
Haz que liberados de los vínculos de la muerte,
por este sacrificio admirable,
obtengan el don de la Vida eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de difuntos, pp.
Antífona de comunión
Esperamos ardientemente que venga como Salvador el Señor Jesucristo. Él transformará nuestro pobre cuerpo mortal, haciéndolo semejante a su cuerpo glorioso. (Fl 3,20-21)
Oración después de la comunión
Dios todopoderoso, te pedimos
que la celebración de esta eucaristía
nos sirva a nosotros de salvación,
y a los difuntos que hoy hemos recordado,
les alcance tu misericordia y perdón.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
3
Antífona de entrada
Felices los que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, de ahora en adelante ellos pueden descansar de sus fatigas, porque sus obras los acompañan. (Cf. Ap. 14,13)
Oración colecta
Dios y Padre nuestro, por cuya misericordia descansan tus fieles,
concede bondadosamente el perdón de sus culpas a tus hijos N. y N.,
y a todos los que descansan en Cristo,
para que, liberados de las ataduras del pecado,
puedan asociarse a la Resurrección de tu Hijo,
que es Dios y vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo
por los siglos de los siglos.
Oración sobre las ofrendas
Dios nuestro,
recibe con bondad los dones que ahora te presentamos
por el descanso de tus servidores difuntos;
gracias a este sacrificio que has instituido para la salvación humana
haz que alcancen un lugar en la comunidad de los santos.
Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de difuntos, pp.
Antífona de comunión
Concede, Señor, el descanso eterno a nuestros hermanos difuntos, en cuyo recuerdo nos hemos reunido para participar del Cuerpo y de la Sangre de Cristo.
Oración después de la comunión
Imploramos, Padre, tu misericordia
para que el sacramento celebrado
nos alcance tu protección en esta vida
y a nuestros hermanos difuntos la salvación eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
4
Antífona de entrada
Yo me refugio en ti, Señor, ¡que nunca me vea defraudado! Líbrame, por tu justicia. (Cf. Sal. 30,2)
Oración colecta
Padre que nos creaste y redimiste
concede a tus hijos difuntos
la remisión de todos sus pecados,
para que mediante nuestras súplicas,
obtengan el perdón que siempre desearon.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Oración sobre las ofrendas
Padre misericordioso, te pedimos que perdones a tus hijos N. y N.,
por los que ofrecemos este sacrificio de reconciliación,
y ya que en esta vida te sirvieron con fidelidad,
permíteles gozar contigo de la recompensa eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de difuntos, pp.
Antífona de comunión
Dice el Señor: “Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la Vida”. (Jn. 8,12)
Oración después de la comunión
Te pedimos, Padre, que la oración elevada
a favor de las almas de tus hijos (N. y N.),
en esta eucaristía que hemos celebrado,
los ayude a expiar sus pecados
y participar de la salvación eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
5
Antífona de entrada
¡Gloríense en su santo Nombre, alégrense los que buscan al Señor, busquen constantemente su rostro! (Cf. Sal. 104,3-4)
Oración colecta
Dios todopoderoso,
tú eres Señor de vivos y muertos
y tienes misericordia de todos;
te suplicamos confiadamente
que perdones los pecados de nuestros hermanos difuntos
para que, felices de estar contigo, te alaben eternamente.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Oración sobre las ofrendas
Por los dones que te presentamos en esta eucaristía,
concede, Padre, a tus servidores (N. y N.)
participar de la riquezas de Cristo
para que resuciten como Él,
y sean colocados a tu derecha.
Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de difuntos, pp.
Antífona de comunión
Que brille tu rostro sobre tu servidor, sálvame por tu misericordia; Señor, que no me avergüence de haberte invocado. (Cf. Sal. 30,17-18)
Oración después de la comunión
Alimentados con el sacramento que da la vida eterna a tus hijos,
escúchanos, Padre, y ya que resucitaste a Jesucristo
por la fuerza del Espíritu Santo,
concede a tus servidores difuntos (N. y N.)
la alegría de la inmortalidad y la vida eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
6
Antífona de entrada
Mira, Señor, el rostro de tu Ungido. Vale más un día en tus atrios que mil en otra parte. (Cf. Sal. 83,10-11)
Oración colecta
Te rogamos, Padre Dios,
que concedas a tus servidores difuntos tu perpetua misericordia,
para que puedan alcanzar la salvación eterna,
los que creyeron y esperaron en ti.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Oración sobre las ofrendas
Ya que Jesucristo arrancó los pecados del mundo,
te pedimos, Señor, que ese sacrificio suyo que ahora celebramos,
absuelva a tus servidores N. y N. de todos los vicios de la condición humana
Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de difuntos, pp.
Antífona de comunión
Como la cierva sedienta busca las corrientes de agua, así mi alma suspira por ti, mi Dios. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente. (Cf. Sal. 41,2-3)
Oración después de la comunión
Te pedimos, Padre, que tus servidores N. y N.,
y todos los que descansan en Cristo,
puedan participar de la luz eterna
ya que en esta vida recibieron la gracia de tu salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
7 Otras oraciones
Oración colecta
Perdona, Padre, a tus hijos N. y N.,
y ya que los purificaste con el agua del bautismo,
concédeles llegar a la felicidad de la Vida eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios
por los siglos de los siglos.
O bien:
Padre del cielo, te encomendamos a tus hijos N. y N.,
para que muertos para este mundo vivan para ti,
y en tu inmensa misericordia
perdónales los pecados que hubieren cometido
por su humana fragilidad.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
O bien:
Dios todopoderoso y eterno,
que nunca dejas de escuchar
a los que esperan en tu misericordia;
apiádate de tus hijos N. y N.,
y puesto que dejaron esta vida creyendo en tu nombre,
admítelos a compartir la felicidad de tus santos.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Oración sobre las ofrendas
Que nuestras súplicas, Señor, ayuden a tus hijos,
para que los purifiques de toda culpa
por este sacrificio de tu Hijo único,
y los hagas participar de la salvación eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
O bien:
Al ofrecerte este sacrificio
en favor de tus hijos N. y N.,
te pedimos, Padre, que atiendas nuestros deseos
y derrames sobre ellos tu eterna misericordia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
O bien:
Dios nuestro, tu Hijo Jesucristo se ofreció a ti como Víctima viva;
por eso, te pedimos que recibas el sacrificio que él mismo instituyó
y tu Iglesia ahora te ofrece,
para que tus hijos N. y N.,
purificados de todos sus pecados,
merezcan alcanzar el premio de la inmortalidad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración después de la comunión
Después de recibir el sacramento de la vida,
imploramos, Padre, tu misericordia
para que gracias a esta eucaristía
otorgues a tus hijos difuntos el perdón de sus culpas
y los admitas a cantar tus alabanzas en el Reino eterno.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
O bien:
Dios todopoderoso,
por la eficacia de este sacramento,
te pedimos que tus hijos N. y N. sean asociados
a la comunidad de tus elegidos en la felicidad eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
O bien:
Padre omnipotente y misericordioso,
purifícanos a quienes hemos celebrado estos misterios
y concede que esta eucaristía sea para nosotros
la fuente de perdón,
la fortaleza para los débiles,
el apoyo en toda circunstancia,
y para los difuntos, el perdón de todos los pecados
y la participación de la redención eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.