El pasaje del libro de los hechos de hoy, nos permite destacar dos elementos importantes para nuestra vida.
El primero, y que es en esencia la tesis que continuamente presenta San Lucas en su libro, es el hecho de que el proyecto de Dios, la extensión del Reino, se realiza a pesar de todos los obstáculos humanos que se van presentando. Por ello, nuestra cooperación a su propagación consiste en permanecer fieles y obedientes a la palabra de Dios. De manera que las oposiciones que a veces se presentan en nuestros centros de trabajo o de estudio no hacen otra cosa más que confirmar la palabra de Jesús: "Serán perseguidos por mi causa".
La segunda enseñanza, que se deriva precisamente de ésta, es el hecho de que los apóstoles tomaron como un HONOR el haber padecido todo esto por el nombre de Jesús.
Ahora sí pueden estar seguros que son "bienaventurados" y que les pertenece el Reino de los cielos. Por ello, cuando te persigan, te desprecien, te traten mal por portarte, vivir o pensar como un cristiano, agradécele a tu agresor la oportunidad que te dio de "padecer por Cristo" y siéntete agradecido con el Señor que te consideró digno de este honor.
De igual manera, quisiera hoy destacar dos pequeños elementos que surgen del evangelio. El primero es la acción de gracias de Jesús. Esto es algo que se ha perdido mucho en nuestra vida.
Con la mayor naturalidad nos sentamos a comer y nos paramos de la mesa sin haber agradecido a Dios el don que nos ha dado. Ciertamente es producto de nuestro trabajo, pero ser agradecidos es don de Dios, pues todos los dones nos vienen de su generosa mano. El otro elemento en el cual podemos reflexionar es el de "no ser desperdiciados". Esto parece trivial pero mucha comida y mucho tiempo se tira a la basura por descuido nuestro. En un mundo en donde hay miles de gentes que mueren de hambre, o no tienen un trabajo, lo menos que podemos hacer es no desperdiciar.
Debemos aprender a servirnos lo que vamos a comer y a guardar lo que sobró para que no se tire. Asimismo no debemos desperdiciar nuestro tiempo, si verdaderamente lo reconocemos como don de Dios; tirarlo o desaprovecharlo, es desaprovechar el don de Dios. Esta instrucción de Jesús nos abrirá la puerta no sólo a la caridad y a la generosidad, sino a valorar lo que tenemos y a usarlo correctamente.
Bendecido viernes. 🙏🏻
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